Fiebre interna, descubra sus efectos..

Fiebre interna, descubra sus efectos.., Vida y belleza saludable con prevención y cuidado

Los alimentos de origen animal, como la carne y su jugo, la leche, los huevos, el caldo y los mariscos, al ser introducidos en el estómago e intestinos afiebrados se corrompen originado fermentaciones malsanas que, además de despojar a esos alimentos de sus propiedades benéficas, cargan la sangre de substancias tóxicas y materias extrañas a los tejidos vivos del cuerpo.   Estas materias extrañas, que también se trasmiten a la descendencia a través de la sangre, cambian la forma del cuerpo y especialmente el rostro y cuello del individuo, dando lugar al diagnóstico por la expresión de rostro de Kuhne.   Las materias inadecuadas para se incorporadas al cuerpo alteran las composición normal de la sangre, la cual se acidifica. Además, al estar cargada de substancias extrañas, la sangre pierde su fluidez y se moviliza con dificultad. De aquí la impureza y mala circulación de la sangre que revela el iris de todo enfermo crónico en grado variable.   

  

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 Las fermentaciones malsanas desarrollan gases tóxicos que penetran a través de los tejidos porosos del cuerpo, de preferencia hacia arriba, afectando con su acción irritante y corrosiva los órganos, el pecho, cuello y cabeza. 

 

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 Estas materias gaseosas produce irritaciones, inflamaciones y dolores locales que erróneamente se atribuyen a la acción microbianas; así, por ejemplo, tanto la llamada tuberculosis pulmonar como la parálisis sólo son curables actuando sobre el vientre, que es donde se originan.   Las personas que por herencia poseen una constitución privilegiada y por tanto tienen una gran capacidad de trabajo en su aparato digestivo, pueden digerir con relativa facilidad ciertos alimentos que estómagos de inferior constitución sólo logran con enormes esfuerzos. Esto explica que el desequilibrio térmico en el cuerpo como efecto del trabajo de la digestión varíe según la fuerza del estómago y los intestinos de cada persona.   


 Las personas que viven cometiendo excesos y errores diarios en su alimentación sin tener grande trastornos, están gastando una vitalidad acumulada por sus progenitores a expensas de su descendencia. 

 

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 Por otra parte, la calentura interna al convertir el vientre en laboratorio de putrefacciones que impurifican la sangre, obliga a los órganos encargados de purificarla y hacerla circular a un constante y forzado trabajo que irrita, congestiona, debilita y destruye los tejidos del corazón, el hígado, los riñones, el bazo, las venas y arterias. Todas las enfermedades de estos órganos se originan en desarreglos digestivos cuya fiebre interna hay que remover para aliviar toda dolencia.

Las afecciones nerviosas también son efecto de la impureza de la sangre debida a desarreglos digestivos. Igualmente, la garganta, los ojos, los oídos, la nariz y cuero cabelludo se enferman a consecuencia de la acción irritante y corrosiva de los tóxicos que se derivan de las putrefacciones que suben a la cabeza a través de los tejidos porosos del pecho y el cuello. 


 También las inflamaciones glandulares, irritaciones y afecciones de la piel y mucosas son efecto de las materias tóxicas de las que el organismo procura defenderse, reteniéndolas en el sistema ganglionar o expulsándolas a través del mismo.   Todos los procesos morbosos localizados en el organismo, desde la simple inflamación hasta el tumor, representan una defensa orgánica que deposita en una zona del cuerpo materias elaboradas en putrefacciones intestinales y que son retenidas por deficientes eliminaciones de la piel, los riñones y los intestinos.   

 

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Según la frase del inmortal Cervantes, el estómago es la oficina del cuerpo en donde se fraguan la salud y la vida. También Kuhne afirmaba  que “no existe enfermo con buena digestión ni persona sana con mala digestión”.   La vida y prosperidad del microbio requiere de dos puntos de apoyo: terreno malsano y temperatura de fiebre, los cuales se originan como efecto de una nutrición inadecuada. Faltando cualquiera de estos dos factores, la vida microbiana no puede no puede existir ni mantenerse.